Recuerda que una dieta equilibrada y saludable es fundamental para mantener la salud.
Ante todo, debes seguir siempre los consejos que te marque tu médico o estomaterapeuta, pero a continuación te damos algunas pautas que te pueden ayudar. Toma nota:
Haz comidas poco abundantes pero frecuentes. Un mínimo de 6 al día según tu tolerancia. Bebe al menos 1,5 litros de líquido al día (es aconsejable agua sin gas, infusiones, zumos licuados, horchata y bebidas isotónicas). ¡Ojo! A lo largo de todo el día, nunca mucho líquido de golpe. Están desaconsejadas las bebidas con gas y el cafè, ya que son muy irritantes. No consumas los alimentos ni muy fríos ni muy calientes. Come despacio y mastica bien para evitar el aumento de gases. Recuerda que el tabaco y el alcohol pueden generar alteraciones nutricionales por la disminución del apetito. Y un apunte más sobre el alcohol. Puede interferir en la absorción de diversos nutrientes como el ácido fólico, la vitamina B12, el Zinc y el magnesio.
Es recomendable que cocines los alimentos a la plancha, al horno, salteados, hervidos o al vapor. Intenta eliminar los alimentos crudos (difíciles de digerir), las salsas (sobre todo las artificiales), los rebozados y los fritos. Con el tiempo y poco a poco, la dieta se puede ir ampliando e irás introduciendo nuevos alimentos y otras formas de cocción.
Al introducir nuevos alimentos, hazlo de uno en uno. De este modo, podrás valorar si hay o no tolerancia, y ver si modifica la consistencia de las heces, si produce flatulencias o hay distensión abdominal. Si los alimentos no se digieren correctamente puede dar lugar a deficiencias nutricionales.
Si eres portador de una ileostomía, debido a las heces muy líquidas debes tener especial cuidado con la deshidratación y las alteraciones electrolíticas. Hay síntomas que indican un problema de deshidratación: la boca seca, sensación de mareo, pocas ganas de orinar, orina muy oscura o concentrada, retortijones abdominales o fatiga muy severa. Así que ya sabes, atento.
Seguro que querrás aprenderte de memoria esta lista de alimentos que producen mal olor o que son flatulentos:
Legumbres, coliflor, coles de bruselas, brócoli, espárragos, cebolla, ajo, quesos fuertes, pepino, alcachofas, alimentos ricos en fibra, bebidas gaseosas, especias, las grasas. Los pescados, mariscos y los huevos deben introducirse poco a poco y suelen ser causa de malos olores. A veces, tomarlos en una cantidad pequeña no produce gases.
¡Importante! Ten en cuenta la forma de cocción
Los gases se forman principalmente en el colon, por lo que las personas con una ostomía en el colon descendente (es decir, que conservan casi todo el colon) van a ser más propensas a estas fermentaciones. Hay alimentos que por el contrario ayudan a disminuir el mal olor y los gases.
APUNTA:
Mantequilla, yogur, perejil añadido a los alimentos o masticado en porciones pequeñas, menta (igual que el perejil) y los cítricos (naranja, limón, mandarinas, limas o pomelo).
Independientemente de estos consejos dietéticos, siempre debes tener en cuenta que cada persona es distinta y que nada afecta por igual a todo el mundo. Así que no debes tener miedo a probar, y evalúa por ti mismo cada alimento.