Una nueva imagen corporal

 

Ser portador de una bolsa de ostomía no es tener una enfermedad, seguramente la ostomía te ha liberado de padecer alguna. Simplemente, es un cambio en el funcionamiento de tu cuerpo. Generalmente, la primera reacción ante una ostomía es el temor al rechazo social, sin embargo no existe razón alguna para que una persona con una bolsa de ostomía disfrute de todas sus  actividades sociales, laborales, íntimas, deportivas, y llevar una vida activa.

 

Después de la cirugía, una vez recuperado y tras hablarlo con tu médico, puedes volver paulatinamente a tu día a día, a tus rutinas y retomar las actividades con las que siempre has disfrutado.</>

 

Ser portador de una bolsa de ostomía no es fácil, pero debes integrarla como parte de ti lo antes posible. Lo más importante es reconocer y aceptar el nuevo aspecto de tu cuerpo y adaptarte a los cambios que  has sufrido.

 

Seguir estos consejos puede ayudarte:

 

  • Mírate al espejo a diario. Al principio puede costarte hacerlo directamente, pero poco a poco te irás acostumbrando.
  • Busca y mira fotografías de otras personas ostomizadas. Ver como ellos lucen su ostomía con naturalidad y como siguen siendo bellos y atractivos, puede ayudarte mucho en tu proceso de aceptación.
  • Evita el aislamiento. Sigues siendo la misma persona de antes, ¡no lo olvides!
  • Habla abiertamente de tu cirugía. Es muy recomendable que lo hagas con tus familiares y amigos, pueden ser un gran apoyo y entenderán mejor tus necesidades.

     

Vida Social

 

¡No hay excusas! La bolsa de ostomía no te impide volver a disfrutar de todos los eventos sociales a los que solías acudir antes de la ostomía.

 

Al principio, hasta que retomes tu vida y te sientas más seguro y confiado, te puede ayudar fijarte pequeños objetivos a modo de salidas en las que te sientas en un entorno cómodo. Por ejemplo, visitar a un familiar, tomar algo con un amigo, usar un baño público… son algunas situaciones que puedes plantearte al inicio. Verás que antes de lo que imaginas saldrás a bailar o planificarás un día entero fuera de casa. Y de ahí, sin darte cuenta, ya estarás preparando las vacaciones.

 

Al igual que en el trabajo, preparar un neceser con accesorios para tu ostomía y un recambio de ropa puede ayudarte a sentirte más seguro en tus eventos sociales.

Reincorporación al trabajo

La mayoría de personas ostomizadas pueden regresar al trabajo sin ningún problema. Solo debes tener mayor cuidado si en tu actividad laboral realizas grandes esfuerzos físicos. Piensa que hay policías, bomberos, médicos, arquitectos, políticos y hasta atletas de élite que están ostomizados y ejercen sus profesiones con total normalidad.

 

Es aconsejable que hables con tu superior para reincorporarte a la vida laboral de forma gradual, siempre que sea posible, hasta que vuelvas a estar acostumbrado a las rutinas. A veces, presentar un informe médico ayuda a comprender tu nueva situación.

 

Prepara una bolsa pequeña o neceser con los accesorios que necesitarás en caso de tener que realizar el cambio de bolsa. Llevar un recambio de ropa, sobre todo al principio, te ayudará a sentirte más seguro y preparado para cualquier imprevisto.

 

Cenar o comer fuera

 

Disfrutar de una comida o cena fuera de casa con familiares y amigos es un plan que nos gusta a todos. Si te preocupa cómo te sentarán los alimentos y o encontrarte con alguna situación incómoda fuera de casa, te ayudará asentirte más tranquilo si poco a poco vas conociendo qué alimentos te sientan mejor. Pruébalos en casa y agrégalos a tu dieta gradualmente.

Verás que al final podrás salir y pedir lo que te apetezca.

Controlar los olores y los gases

 

Las personas con ostomía tienen gases y olores igual que el resto de personas, pero para ellas es más molesto, ya que no pueden controlarlo de forma voluntaria.

 

Existen diversos accesorios que ayudan a reducir los olores, las fugas e incluso los ruidos. Normalmente, las bolsas llevan un filtro de carbón activo que minimiza el olor y por donde se expulsan los gases, pero además  existen pastillas, lubricantes y aerosoles desodorizantes que se introducen en el interior del dispositivo antes de colocarlo .

 

Incluye en tus recetas plantas aromáticas que disminuyen los gases y los olores como laurel, perejil, cilantro… e infusiones que reducen los gases: anís, hinojo, poleo, tomillo, manzanilla, hierbaluisa, eneldo…

 

Si tu preocupación son las fugas y ruidos asociados a heces líquidas, puedes utilizar pastillas o polvos gelificantes de heces, así se evita el desbordamiento o fuga de líquido y los ruidos de su movimiento.

 

También puedes ayudarte de accesorios para cubrir la bolsa de ostomía que por su tejido compacto ayudan a disimular olores y ruidos. El neopreno es un buen ejemplo de ello, por ello el accesorio ostomylove confeccionado con tejido de neopreno puede convertirse en tu aliado perfecto: sujeción y confianza.

 

Embarazo

 

Las mujeres ostomizadas pueden quedarse embarazadas, aunque se recomienda esperar entre uno o dos años tras la cirugía. Si estás embarazada, tu embarazo no tiene por qué ser diferente al de una mujer que no está ostomizada. Debes mantener los mismos controles, visitar a tu ginecólogo periódicamente y seguir las indicaciones que te dé.

 

Sí debes tener en cuenta que durante el embarazo tu estoma puede variar de forma o tamaño a medida que crezca el bebé. Esto puede generar algún problema para adaptar correctamente la bolsa de la ostomía durante el embarazo. El parto como en cualquier mujer que no sea portadora de ostomía podrá ser vaginal o por cesárea independientemente de tu estoma. Tu ginecólogo te indicará que es lo más recomendado en tu caso. También podrás amamantar a tu bebé sin ningún problema.

 

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